El nuevo proyecto de los creadores de Nip/Tuck y Glee ha sido una de las series revelación de esta temporada que en
su estreno dividió la crítica norteamericana entre los que la odiaban y los que
la adoraban. Y es que American Horror
Story no os va a dejar indiferentes, os dejara hipnotizados o simplemente
os generará tal nivel de mal rollo que no querréis seguir viéndola.
Ryan
Murphy y Brad Falchuk
empezaron a gestar el proyecto antes del estreno de Glee y con dos ideas muy claras. Una era darle un punto de vista
diferente y más retorcido al género del terror y la otra rendir homenaje inspirándose
en las grandes películas de terror como La
Semilla Del Diablo (Roman Polansky)
y El Resplandor (Stanley Kubrick).
Con esta intención y la libertad creativa que les otorgo
el canal de cable FX crearon American Horror Story (A partir de aquí,
AHS) que se estrenó el 05 de octubre
de 2011 con una temporada de 12 capítulos y que consiguió una media de más de 3 millones
de espectadores, siendo el mejor estreno en la historia del canal (Superando el
estreno de Sons Of Anarchy).
AHS nos
cuenta la historia de los Harmon, una
familia que intenta borrar su pasado. Vivien
(Connie Britton) y Ben Harmon (Dylan Mcdermott) creen que la solución a su crisis conyugal (Ella
acaba de tener un aborto y él le ha sido infiel) es cambiar de hogar. Por eso,
se mudan de Boston a Los Angeles, acompañados por su
depresiva hija Violet (Taissa Farmiga), a una mansión que
cuenta con un historial de asesinatos sin resolver, tétricas historias del pasado y unos vecinos
muy inquietantes.
Definir AHS no
es fácil, su creador Ryan Murphy la definió
como un thriller de terror psicosexual. La serie recurre a los tópicos del género
de terror pero llevándolos al extremo y mezclando los recursos del terror más
visual con los del psicológico. Tenemos imágenes enfermizas y perturbadoras con
personajes perversos desatando sus pasiones más ocultas. Todo esto aderezado de
una factura técnica impecable y de una atmosfera opresiva pero a la vez muy
cautivadora. Como ejemplo está el opening
de la serie (Uno de los más inquietantes de la televisión).
La serie no tiene un hilo argumental claro ni tampoco pretende
que empatizemos con ninguno de los
protagonistas. AHS nos lleva al fondo
de la mente humana y de sus deseos más prohibidos, donde habitan todos los
pensamientos que nunca reconoceríamos tener delante de nadie. Nos encontraremos
inmersos en las fantasías sexuales de un psicópata, en la tendencia hacia la autodestrucción
de una adolescente o el vicio y el cinismo de un psiquiatra obseso. Si algo
quiere la serie es ponernos delante del mal en sí mismo, el que habita en cada
ser humano, y hacernos sentir incomodos y fascinados a la vez por lo que vemos.
Aunque no haya un hilo argumental estrictamente, sí que
hay misterios que se irán resolviendo durante el transcurso de la temporada y
que nos mantendrán enganchados hasta el final. La protagonista es la casa y las
historias que han pasado y pasan en ella. AHS
tiene grandes dosis de intriga y sorprendentes giros de guión que rompen muchas
de las normas a las que estamos acostumbrados.
El trabajo de los actores es simplemente excelente. Desde
la magnífica interpretación de Jessica
Lange (Big Fish) que cautiva desde su primera aparición con su personaje de
una vecina entrometida y misteriosa, hasta los secundarios Frances Conroy (La señora Fisher
de A Dos Metros Bajo Tierra) y Zachary Quinto (Sylar en Heroes) entre
otros.
Jessica Lange |
American
Horror Story no es una serie para todo el mundo. Algunos
la dejareis por ser demasiado retorcida, perversa, delirante e incómoda y otros
no la podréis dejar de ver, justamente por eso. Pero por encima de todo es una
experiencia diferente que te pone delante unas imágenes y situaciones perturbadoras
y enfermizas pero a la vez fascinantes e hipnóticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario