Después de ver el primero (Y de momento único) episodio
del nuevo proyecto de Ricky Gervais,
la primera sensación a los pocos minutos de empezar el capítulo es de sorpresa.
El niño gamberro de Inglaterra ha abandonado su tono de comedia acida para
presentarnos a Derek, un personaje
entrañable y que nos viene a presentar una mirada inocente y honesta de la
realidad en la que vivimos.
La serie nos cuenta en formato de falso documental como
es el día a día en un geriátrico donde trabaja Derek y donde veremos su visión sobre la vida y del trabajo que allí
desempeña.
En este contexto conoceremos al singular personaje
interpretado por Gervais (Derek) un
hombre tan simple como entrañable que ama su trabajo y por encima de todo ama a
los ancianos a los cuales cuida. Derek
es bastante corto pero acaba siendo más honesto que la mayoría de los otros
personajes del capítulo, como contrapunto tenemos al jefe de mantenimiento de la
residencia, un personaje arisco y borde que delante de las cámaras niega ser
amigo de Derek.
Todo lo referido a Derek respira bondad, una de sus
frases en el capítulo lo define: “Es más importante ser amable que ser
inteligente o guapo”. Él se divierte viendo videos absurdos en internet y
disfruta como un niño pequeño cuando se encuentra un gusano en el jardín. En
definitiva, Derek es un personaje simple y básico pero la serie no lo
ridiculiza en ningún momento sino todo lo contrario. Desde el primer momento lo
enaltece, mostrando su simpleza y honestidad en contraposición a la de la mayoría.
En la parte argumental este único episodio de 20 minutos
se muestra como una única historia auto conclusiva donde vemos el día a día de
la vida de los personajes. A nivel interpretativo los personajes son correctos,
Gervais cumple con su cometido aunque
tengamos la sensación que en cualquier momento dará un vuelco todo y saldrá su versión
más gamberra. El mayor descubrimiento de este episodio es la actriz Kerry Godliman, interpretando a Hanna y que en seguida se convierte en
el otro personaje a seguir de la serie.
Ricky
Gervais nos sorprende con una serie alejada de su estilo
transgresor y gamberro para presentarnos una producción que, por momentos
conmueve, con un personaje entrañable
que nos muestra una parcela de la realidad tan poco tratada en televisión y con
un retrato realista y muy humano.
De momento os tendréis que conformar con el primer
episodio, el autor desde su cuenta de Twitter
ya comento que esta escribiendo nuevos episodios que verán la luz el año que
viene.
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