Si una serie ha marcado la
diferencia en esta temporada que ya termina, sin duda es Homeland.
Producida por Alex Gansa y Howard Gordon (24), y dirigida por Michael Cuesta (Six Feet
Under, Dexter), Homeland se
estrenó en setiembre de 2011 en Showtime.
La serie fue un éxito de audiencia y de crítica, y en seguida fue renovada para
una 2ª temporada.
La premisa es la siguiente. Nicholas Brody, un marine
estadounidense, es rescatado en Afganistán tras haber permanecido secuestrado 8
años y vuelve a Estados Unidos como un héroe. Mientras es usado como símbolo
nacional y como instrumento político, una agente de la CIA, Carrie Mathison, que tiene información
sobre que un militar americano ha cambiado de bando, no se cree la historia de Brody y empieza a investigarlo a
escondidas.
Con este punto de partida
nos encontramos con un thriller político que se estructura a partir de la gran
incógnita que es el soldado rescatado. Nicholas
Brody interpretado de forma magistral por Damien Lewis (Life, Band Of Brothers),
es por una parte un ciudadano ejemplar y por la otra un hombre traumatizado
cuya personalidad ha cambiado por completo. El actor consigue transmitir esta
dualidad del personaje de forma impecable y nos descoloca como espectadores. En
el otro lado tenemos a Carrie, que la
actriz Claire Danes (Stardust, Romeo Y Julieta) interpreta de
forma insuperable (Ganó el Globo de Oro por ello). La agente de la CIA también
tiene su dualidad. Por una parte es la mejor espía de la CIA y por la otra es
una mujer con un trastorno bipolar que se considera responsable de no haber
evitado el 11-S. Los momentos en que pierde la noción de la realidad y sus
radicales cambios de conducta en su relación con el marine son de lo mejor de
la serie.
Tampoco no nos podemos olvidar
de los secundarios. Entre los que destacan, Morena
Baccarin (Ana en el remake de V) interpretando a la mujer del marine y
Mandy Patinkin (Criminal Minds) que interpreta a Saul enlace de la CIA y mentor de Carrie.
Homeland
aparte de ser un thriller cargado de tensión también aprovecha para hacer un
análisis adulto y emocional del mundo post 11-S. De esta manera mezcla el
entretenimiento y la reflexión de forma perfecta con 12 capítulos que no dan
tregua y que llevan a un final que deja devastado al espectador.
Una serie inteligente, que
engancha, nada previsible, con un excelente reparto y dirección y sobretodo atrevida,
por la temática terrorista, dando una visión muy realista y controvertida a pesar de esta hecha en Estados Unidos. Totalmente
imprescindible.
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