martes, 7 de febrero de 2012

SMASH: UN MUSICAL DENTRO DE UN MUSICAL



Ya he visto la premiere de Smash, una de las series más esperadas de la midseason norteamericana por la expectación que había generado a través de la promoción que desde el canal se le había dado. Para los que queráis poneros en antecedentes podéis mirar el post de ayer sobre el estreno. 


La serie producida por Steven Spielberg es buena y muy distinta a Glee, la otra serie musical que existe emitida por la FOX. Así como Glee está claramente enfocada a un público adolescente y con un tono de comedia, Smash es un drama musical para un público más adulto y que se toma muy en serio la historia que quiere contar.


Primero destacar el lenguaje y visión desde donde se cuenta la historia ya que Smash es un musical dentro de otro musical. Esto nos permite ver (Y disfrutar) de como se hace un musical. Desde cómo surge la idea del proyecto (En este caso un musical sobre Marilyn Monroe), los castings, la creación de las coreografías, la selección musical y los ensayos. Este enfoque en particular lo encuentro muy acertado ya que siempre es interesante ver como es un espectáculo por dentro y me ha recordado (Aunque sean géneros distintos) a Studio 60, la serie de Aaron Sorkin que hacia el ejercicio meta televisivo de hablar de cómo hacer televisión dentro de la televisión. 



La trama que como ya he dicho se centra en la creación de un musical en Broadway sobre la vida de Marilyn Monroe nos presenta una serie muy coral para así poder representar todos los estamentos del negocio teatral. Tenemos a los creadores y guionistas del musical, Julia Houston (Debra Messing) y Tom Levvit (Christian Borle) que son el motor del proyecto. A Eileen Rand (Anjelica Huston) la tenaz productora del musical que se encuentra enfrascada en un divorcio millonario. El director elegido para hacer el musical se llama Derek Willis (Jack Davenport), este el personaje que hasta el momento me parece más interesante. Jack Davenport hace un papel muy distinto al visto en Flashforward. Aquí su personaje es el más oscuro de la serie, es un brillante director engreído y que deja entrever que traerá problemas con la producción, sobretodo utilizando su posición para meterse en la cama de las actrices. Y que sería un musical sobre Marilyn Monroe sin una actriz que la interprete, en este rol tenemos a dos aspirantes que representan a dos tipos de actrices. Por un lado tenemos a Karen Cartwright (Katharine McPhee), una joven y talentosa aspirante a actriz que se presenta al casting y se convierte en favorita por su originalidad y frescura (Muy buena la interpretación del tema Beautiful de Christina Aguilera). Por el otro lado tenemos a Ivy Lynn (Megan Hilty), una veterana actriz en busca de un papel protagonista y que es la favorita para hacer de Marilyn hasta que llega Karen. A partir de ahí ya veremos quien consigue el papel en los episodios venideros. Una representa la experiencia y la otra la frescura de la sangre nueva. Como espectadores nos decantaremos claramente por Karen que por algo, aunque la serie sea coral, es ella la protagonista. Ella es la chica humilde que mientras trabaja de camarera lucha por su sueño de convertirse en una estrella de Broadway, la clásica historia.

 Jack Davenport/Katharine McPhee

Aunque la serie tire de esta clásica premisa, es igualmente interesante de ver porque no solo se centra el ella sino que todos los personajes tienen importancia en el engranaje del proyecto.

Dicho todo esto, a mí el piloto me ha gustado. No soy muy fan de los musicales por todo el tema de edulcorar la historia con momentos musicales metidos con calzador y el mismo esquema de historia que se repite pero Smash no es así por varias razones. La forma de contarlo es distinta, aquí se hace un ejercicio de meta lenguaje que nos muestra los entresijos del mundo del espectáculo como en su día lo hicieron con la televisión y el cine, Studio 60 y Entourage respectivamente. Los números musicales forman parte del argumento (Cantan porque les toca cantar), solo una vez en todo el piloto se ponen a cantar por la calle sin sentido alguno. La serie tiene como tema de trasfondo a Marilyn Monroe, un icono mundial y más especialmente en Norte América. La forma como se homenajea y se recuerda a Marilyn es muy acertada. Se nota el cariño de los guionistas hacia la figura de este personaje que consiguen transmitirlo muy bien y te hacen venir ganas de conocer la vida y obra de este icono del siglo XX. Por último la factura de la serie es excelente, especialmente en los números musicales que aunque en el primer capítulo no son de vital importancia ya que transcurren en pequeños ensayos o castings consiguen darles una espectacularidad y un trasfondo dramático muy bien conseguido.



En resumen, Smash es un musical al uso pero muy bien hecho, donde cada número musical esta medido al milímetro y con una selección musical variada, alternando entre temas actuales, clásicos de otros musicales y las canciones propias de Marilyn. Con una forma de desarrollar la trama distinta a los de los demás musicales y unas interpretaciones que cumplen, donde destacan Anjelica Huston y Jack Davenport con los papeles de productora y director respectivamente. La audiencia ha respondido bien, colocando a la serie de la NBC en el top ten de programas más vistos de ayer. 

Si te gustan los musicales no dudes en verla y si no eres muy fan del género, dale una oportunidad que a lo mejor te sorprende. Desde Viviendo en serie lo seguiremos de cerca para ver si Smash se convierte en un  Smash Hit como su título pretende.

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