Ya he visto la premiere
de Smash, una de las series más
esperadas de la midseason
norteamericana por la expectación que había generado a través de la promoción
que desde el canal se le había dado. Para los que queráis poneros en
antecedentes podéis mirar el post de ayer sobre el estreno.
La serie producida por Steven Spielberg es buena y muy distinta a Glee, la otra serie musical que existe emitida por la FOX. Así como
Glee está claramente enfocada a un público
adolescente y con un tono de comedia, Smash es un drama musical para un público
más adulto y que se toma muy en serio la historia que quiere contar.
Primero destacar el lenguaje y visión desde donde se
cuenta la historia ya que Smash es un musical dentro de otro musical. Esto nos
permite ver (Y disfrutar) de como se hace un musical. Desde cómo surge la idea
del proyecto (En este caso un musical sobre Marilyn Monroe), los castings, la
creación de las coreografías, la selección musical y los ensayos. Este enfoque en
particular lo encuentro muy acertado ya que siempre es interesante ver como es
un espectáculo por dentro y me ha recordado (Aunque sean géneros distintos) a Studio 60, la serie de Aaron Sorkin que hacia el ejercicio meta
televisivo de hablar de cómo hacer televisión dentro de la televisión.
La trama que como ya he dicho se centra en la creación de
un musical en Broadway sobre la vida
de Marilyn Monroe nos presenta una
serie muy coral para así poder representar todos los estamentos del negocio
teatral. Tenemos a los creadores y guionistas del musical, Julia Houston (Debra Messing) y Tom Levvit (Christian Borle) que son el motor del
proyecto. A Eileen Rand (Anjelica Huston)
la tenaz productora del musical que se encuentra enfrascada en un divorcio millonario.
El director elegido para hacer el musical se llama Derek Willis (Jack Davenport), este el personaje que
hasta el momento me parece más interesante. Jack
Davenport hace un papel muy distinto al visto en Flashforward. Aquí su personaje es el más oscuro de la serie, es un
brillante director engreído y que deja entrever que traerá problemas con la producción,
sobretodo utilizando su posición para meterse en la cama de las actrices. Y que
sería un musical sobre Marilyn Monroe sin una actriz que la interprete, en este
rol tenemos a dos aspirantes que representan a dos tipos de actrices. Por un
lado tenemos a Karen Cartwright (Katharine
McPhee), una joven y talentosa aspirante a actriz que se presenta al
casting y se convierte en favorita por su originalidad y frescura (Muy buena la
interpretación del tema Beautiful de Christina Aguilera). Por el otro lado
tenemos a Ivy Lynn (Megan Hilty), una
veterana actriz en busca de un papel protagonista y que es la favorita para
hacer de Marilyn hasta que llega Karen. A partir de ahí ya veremos quien
consigue el papel en los episodios venideros. Una representa la experiencia y
la otra la frescura de la sangre nueva. Como espectadores nos decantaremos
claramente por Karen que por algo, aunque la serie sea coral, es ella la
protagonista. Ella es la chica humilde que mientras trabaja de camarera lucha
por su sueño de convertirse en una estrella de Broadway, la clásica historia.
Jack Davenport/Katharine McPhee
Aunque la serie tire de esta clásica premisa, es
igualmente interesante de ver porque no solo se centra el ella sino que todos
los personajes tienen importancia en el engranaje del proyecto.
Dicho todo esto, a mí el piloto me ha gustado. No soy muy
fan de los musicales por todo el tema de edulcorar la historia con momentos
musicales metidos con calzador y el mismo esquema de historia que se repite
pero Smash no es así por varias
razones. La forma de contarlo es distinta, aquí se hace un ejercicio de meta
lenguaje que nos muestra los entresijos del mundo del espectáculo como en su día
lo hicieron con la televisión y el cine, Studio
60 y Entourage respectivamente.
Los números musicales forman parte del argumento (Cantan porque les toca
cantar), solo una vez en todo el piloto se ponen a cantar por la calle sin
sentido alguno. La serie tiene como tema de trasfondo a Marilyn Monroe, un
icono mundial y más especialmente en Norte América. La forma como se homenajea
y se recuerda a Marilyn es muy acertada. Se nota el cariño de los guionistas
hacia la figura de este personaje que consiguen transmitirlo muy bien y te
hacen venir ganas de conocer la vida y obra de este icono del siglo XX. Por último
la factura de la serie es excelente, especialmente en los números musicales que
aunque en el primer capítulo no son de vital importancia ya que transcurren en
pequeños ensayos o castings consiguen darles una espectacularidad y un trasfondo
dramático muy bien conseguido.
En resumen, Smash
es un musical al uso pero muy bien hecho, donde cada número musical esta medido
al milímetro y con una selección musical variada, alternando entre temas
actuales, clásicos de otros musicales y las canciones propias de Marilyn. Con
una forma de desarrollar la trama distinta a los de los demás musicales y unas
interpretaciones que cumplen, donde destacan Anjelica Huston y Jack Davenport
con los papeles de productora y director respectivamente. La audiencia ha
respondido bien, colocando a la serie de la NBC en el top ten de programas más
vistos de ayer.
Si te gustan los musicales no dudes en verla y si no eres
muy fan del género, dale una oportunidad que a lo mejor te sorprende. Desde
Viviendo en serie lo seguiremos de cerca para ver si Smash se convierte en un Smash Hit como su título pretende.
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