viernes, 10 de febrero de 2012

CRITICA THE RIVER: NO MAGIC OUT THERE



Antes de ayer, 7 de febrero, estrenaron en ABC el drama de terror producido por Steven Spielberg y dirigida por Jaume Collet Serra, este último conocido por su última película Sin Identidad protagonizada por Liam Neeson. Como ya comente en el post del estreno The River ha sido creada por Oren Peli el artífice de la saga de terror Paranormal Activity


 The River trata sobre la desaparición de la expedición del Dr. Emmet Cole (Bruce Greenwood), un aventurero explorador y presentador de un programa de naturaleza de fama mundial, en la profundidad del Amazonas. La serie arranca seis meses después de la desaparición de la expedición (Que ha sido dada por muerta) cuando la esposa de Emmet Cole monta una expedición para ir a la selva del Amazonas porque tiene indicios de que su marido sigue vivo. A la aventura se le unen su hijo Lincon Cole (Joe Anderson), un guardaespaldas,  2 cámaras y el productor de la cadena de televisión que costea la expedición. Más tarde, en el Amazonas, se les unirán el antiguo mecánico del barco de su padre y su hija junto con la hija del cámara que acompañaba al doctor. 

A medida que se van metiendo en la profundidad del Amazonas irán descubriendo los sobrenaturales y terribles incidentes que suceden en la zona.




El estilo narrativo y visual de la serie es el del falso documental, es decir que el 90 por ciento del metraje que vemos es el que graban las cámaras. Y en muchos momentos veremos las acotaciones (Nombre y función del personaje en pantalla, día de grabación etc.). en la parte inferior de la pantalla. Todo esto, supuestamente, para dar la sensación de realismo que ofrece un documental. Digo supuestamente porque la serie no cumple en casi ninguno de sus aspectos.

A PARTIR DE AQUÍ, CUIDADO CON LOS SPOILERS.

Personalmente esperaba bastante de esta serie pero me ha defraudo en varios aspectos que ahora expondré.

El tema del falso documental está ya muy usado en el cine y sabemos lo que ofrece/carece. En este caso solo consigue que nos pongamos nerviosos por los movimientos bruscos de cámara que se utilizan para ocultar lo que no nos quieren enseñar. Por cierto si pasáis a cámara lenta la muerte del primer cámara veréis de frente al espíritu/monstruo. El enfoque de documental solo funciona en los momentos que le hablan a la cámara, en los demás solo hace que degradar la calidad del producto ya que empobrece la imagen y la claridad de la narración. 



Tanto el argumento como la estructura narrativa recuerdan demasiado a otras obras. El tema del juego de cámaras fijas no sorprende para nada como en su día lo hizo en Paranormal Activity. La forma de contarnos la historia con flashbacks, algún giro de guión y los cliffhangers de final de capitulo recuerdan demasiado a Lost y esta comparación no le hace ningún favor a The River. Con el argumento paso un poco lo mismo, el misterio no atrae. Parece muy claro que detrás de los sucesos extraños hay algún tipo de compañía o agencia secreta de algún gobierno como en su día ya tuvimos con la Inicitiva Dharma en la isla de Lost. Aparte está el tema del elegido o persona destinada a “algo” que en este caso es la hija del cámara del Dr Cole, Lena Landry (Eloise Mumford). Ya vemos para donde va a tirar la historia porque lo hemos visto muchas veces en los libros, en el cine y la televisión. Por último, el ritmo de la serie es lento, sobretodo en el primer capítulo. Algo normal porque se toman su tiempo para plantear la historia pero el problema es que como ya vemos por dónde van los tiros queremos que avance por puro aburrimiento. El único misterio, está en los detalles del mismo. No hacen falta 8 capítulos para explicarlo, con un film (Que era lo inicialmente previsto) de un par de horas habría funcionado mucho mejor al tener que acelerar la historia i el ritmo de esta.

En la parte de la interpretación no pasa de lo mínimamente exigido. La mayoría de las interpretaciones son correctas pero en algunos momentos rayan el ridículo. Para poner un par de ejemplos, el primero, el hijo de Emmet Cole en la escena de la tienda cuando es arrastrado por algo y su posterior reacción. Segundo, la esposa del doctor cuando la coge un espíritu en el arroyo, en este último ejemplo la interpretación es ridícula y genera vergüenza ajena. Lo peor es que no transmiten nada aparte de indiferencia. Si muere alguno de los protagonistas no genera ninguna emoción, ni de pena ni alegría, simplemente no nos importa. Mención aparte el extraño caso del mecánico del barco, Emilio Valenzuela (Daniel Zacapa), que es de un país latinoamericano pero que habla inglés con acento español y español con acento inglés. Hecho que no ocurre con su hija Jahel que solo habla español pero sin ningún acento. El único que sobresale sobre los demás es el Dr. Emmet Cole (Bruce Greenwood), que a través de las grabaciones que vemos de su programa sí que consigue transmitir la pasión que tiene hacia la naturaleza. 

 Bruce Greenword como el doctor Emmet Cole

Para acabar voy a comentar el último aspecto que falla, el terror. Esta parte es la más importante porque si hubiera destacado en este aspecto, la serie ganaría mucho y se le podrían perdonar la mayoría de los errores anteriormente mencionados. The River no asusta, no consigue hacerte levantar del sofá ni agarrarte a tu pareja por el miedo o por la sensación que te van a meter un susto que haría que te diera un vuelco el corazón. Es demasiado previsible, al primer cámara (y único muerto del doble episodio) sabes que va a morir en el momento que se levanta de la silla del barco. En el arroyo se ve a la legua que algo les va a coger por debajo del agua. En la jungla con las muñecas de los arboles (Muñecas y terror, ¿alguien se acuerda de la historia de la Rosaura?) ya sabemos que se van a mover y van a guiñar un ojo porque como todo lo demás, lo hemos visto mil veces. En fin, que constantemente tenemos la sensación de deja vu de que los hemos visto antes.

En resumen, The River, es una serie con un montaje visual por momentos caótico, un argumento y estilo narrativo que parece una mezcla mal ejecutada de Lost y Paranormal Activity, una interpretaciones justas y por momentos ridículas, y que falla en su principal objetivo que es el de asustar, al ser previsible porque utiliza los clichés más gastados del género de terror. 

De todas formas desde Viviendo En Serie la iremos siguiendo para ver hacia donde evoluciona.

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