Walter White se ha
pasado totalmente al lado oscuro, ya no se parece en nada al asustadizo profesor
de química que conocimos al inicio de la serie. En lugar de eso, tenemos a Heisenberg, seguro de sí mismo, chutado
de soberbia y despiadado como pocos. Después de acabar con Gustavo ya no hay vuelta atrás, ahora él es el rey del cotarro y lo
ha demostrado durante todo el episodio.
Lo hemos visto consiguiendo que Mike se alíe con el (Gracias a la ayuda de Jesse), amenazando al irrepetible Saul Goodman y en la última escena, donde hemos visto al Walter más
oscuro, cuando mientras abraza a su esposa la perdona por todo el asunto de Ted Benneke, Mr. White da miedo.
El inicio de temporada ha sido impecable. Con un ritmo
más alto de lo normal se nos han mostrado los frentes abiertos. Hank está metido de lleno en la investigación mientras el equipo formado por Walter, Jesse y Mike han intentado destruir las pruebas de la forma más inesperada
y muy al estilo Breaking Bad. Genial
el tema de los imanes con Jesse y su “Yeah! Magnets!” como en la primera
temporada con el “Yeah! Science!”.
Sin saberlo, al intentar destruir el ordenador de la sala de pruebas de la
comisaria, han provocado que la policía descubra en una fotografía de Gustavo la dirección del banco de las
islas Caimán donde guardaba el dinero. Ya veremos donde nos lleva esto. Por el
lado de la familia, Walter sigue
intentando mantenerla unida aunque ahora parece que él tiene el control de la
situación después del error de Skyler con Ted, quien por cierto, está vivo y ha
prometido no irse de la lengua aunque un servidor no esté tan seguro de que
cumpla su promesa. En los próximos capítulos veremos cómo evoluciona todo. La
investigación de la policía, la relación de Walter
y Skyler y sobretodo con Jesse cuando se entere de que su buen
amigo lo utilizo de peón para ganarle la partida a Gustavo.
Y lo mejor para el final. No, no me he olvidado de la
primera escena del episodio. Un flashforward
que nos ha dejado con la intriga. En el hemos visto a un Walter muy cambiado. Con barba, gafas de pasta y celebrando sus 52
años en un bar con identidad falsa, donde compraba una ametralladora M-60.
Primero de todo, recordar que durante las primeras 4 temporadas de la serie
solo ha transcurrido un año y Walter aún tiene 50 años. El capítulo 4 de la
presente temporada se titulará Fifty-one,
así que podemos esperar que celebrará los 51. De este modo falta que pase un
año de la serie para ver al Walter
del flashforward, seguramente lo
veremos en los últimos episodios del segundo tramo de temporada que no se emitirán
hasta 2013. ¿Qué le habrá pasado a Walter para tener que irse de casa, cambiar de
identidad y hacerse con un arma de uso militar? Hay esta la pregunta que
probablemente nos siga hasta el final de la serie. ¿Tendrá problemas con Hank y
la policía? o ¿con un nuevo enemigo que aún no conocemos? De momento tendremos que esperar hasta la
semana que viene para ver como evoluciona esta genial serie.
Breaking
Bad
ha vuelto más fuerte que nunca, Walter
White ya se ha convertido en uno de los villanos con más carisma de la
televisión, a la altura de Tony Soprano
o Dexter. Se ha vuelto cínico,
cargado de soberbia y aterradoramente brillante. La serie sigue manteniendo un
excelente nivel ahora que encara la temporada final aunque sea partida por la
mitad. Breaking Bad sigue teniendo
actuaciones excelentes, grandes guiones y una magnifica dirección y fotografía con
ángulos de cámara tan imposibles como originales. ¡All Hail The King!
No hay comentarios:
Publicar un comentario